Investigar el pasado, negarse a entenderlo como nos lo cuenta el opresor y como está escrito en los libros de la historia oficial; revisarlo, contarlo desde la voz de los abuelos y abuelas; valorar los héroes propios, recobrar la dignidad de los pueblos en resistencia, desmitificar la mal llamada conquista, desnudarla y nombrarla invasión. Interpretar con nuestra mente y corazón la historia para reconstruir nuestra esencia, nuestra identidad, nuestro ser individual y colectivo. Estas fueron acciones que Lisandro Guarcax Gonzáles practicó mientras tuvo aliento, en tanto sus pasos recorrieron nuestros suelos y caminos lejanos.
Lisandro fue maestro de teatro, música y danza maya, fue maestro de educación primaria urbana y bilingüe, guía espiritual kaqchikel, técnico en sistemas de computación con estudios de ingeniería en sistemas; pero sobre todo fue un invalorable ser humano, artista creador de sueños y transformador de realidades.
Junto a su familia fue fundador del Centro Cultural Sotz’il Jay en Sololá y del grupo de teatro y danza Sotz’il, con el cual recorrió varios países de América Latina y Europa. Sus puestas en escena: “Kaji’ Imox” y “Ajchowen” recuperan los valores propios y universales de la forma de entender el mundo que los pueblos mayas han cultivado: “los seres humanos sólo conseguiremos la trascendencia si nos acercamos a la Madre Tierra para valorarla. Con ese acercamiento a la naturaleza y a su sabiduría oculta, nos acercaremos también a la esencia de la vida.”
Pese a todo el aporte que la familia Guarcax hace a la historia, al arte y a la construcción de una Guatemala justa, o debido a ello, los artistas sololatecos han sido objeto de represión y muerte. En mayo del 2009 fueron asesinados Ernesto y Carlos Emilio Guarcax Gonzáles. El 20 de agosto recién pasado fue secuestrado, torturado y asesinado Lisandro.
“El que ama la libertad, la ama estando libre” cantan Gad Echeverría y Rony Hernández en una hermosa composición de Giovani Pinzón llamada El Flautista. Lisandro fue libre y compartió su libertad con propios y extraños. Su muerte es evidencia de la intolerancia y la violencia que se ejerce contra las voces y acciones de cambio en este país sumido en el terror económico, político y social.
Del 23 al 26 de septiembre se realizó en el teatro de Bellas Artes la Primera Muestra Centroamericana de Teatro en homenaje a Lisandro. A dos meses de su terrible deceso me uno a las voces de condena y a la exigencia por que este hecho contra Guatemala no quede impune. Comparto con las y los estimados lectores el poema “Tu Corazón Florece”, de la poeta maya Rosa Chávez dedicado a Lisandro, a su arte, su legado y su ofrenda de vida.
Que mi corazón florezca cuando deje de bombear tinta roja, que le salgan espinas pequeñas y flores amarillas, que lo pinten con nij y le hagan dibujos de animales y pájaros bicéfalos.
Que mi corazón se deshaga en la tierra y crezca en un árbol de pino, que mire por los ojos de un búho, que camine en las patas de un coyote, que hable en el ladrido de un perro, que sane en el cuarzo de las cuevas, que crezca en los cuernos de un venado.
Que mis corazones sean amarrados con una serpiente de colores para que no se confundan de dueña, para ponerles seña, para volver a encontrarlos en el camino de aquí a otros mundos.
El domingo 17 de octubre se realizará en el Parque Central de Guatemala el festival Tu Corazón Florece, para mantener vivos los sueños y realidades que Lisandro construyó.
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