jueves, 11 de marzo de 2010

Como dijera el Maestro: Hay que cosa fuera corazón... que cosa fuera

LIBROS DE LA SELVA Y EDUCACIÓN


Yo tenía 7 años cuando la voz misteriosa de mi padre leía, para la atenta cabeza mía y de mi hermano, las historias de "El Libro de la Selva" de Rudyard Kipling. Un par de años más tarde pasamos de la selva hindú a la selva petenera y leímos "La Mansión del Pájaro Serpiente" de Virgilio Rodríguez Macal.


En estos libros la selva aparece como el escenario en el que la naturaleza se expresa en toda su potencia. Es el dominio absoluto de los animales en un territorio en donde la humanidad tiene vedada la entrada porque la naturaleza siempre presintió los riesgos y peligros de exponerse al contacto con el hombre. El ser humano ha significado enjaulamiento y destrucción para el resto de especies animales y vegetales. Mario Payeras en "La Latitud de la Flor y el Granizo" presenta en números y poesía la grandeza de Petén, sus recursos naturales y las relaciones económicas y sociales que los grupos humanos establecen en estos territorios.

A los 13 años llegó a mis manos "Masacres de la Selva" de Ricardo Falla. El libro plasma testimonios de hechos grotescamente humanos en las selvas del Ixcán en los años 80. El territorio selvático fue escenario de barbarie y estupidez.

El Ejército de Guatemala llegó a cientos de comunidades, asesinó a hombres, mujeres y niños, violó a miles de mujeres y niñas, destruyó comunidades completas. Como dice Alejandro Arriaza, cantor nacional, la sangre se hizo dueña del Ixcán. La Comisión Nacional para el Esclarecimiento Histórico -CEH- documenta miles de testimonios más en todas las regiones del país. Los horrores de la guerra en Guatemala están también en las voces de la gente de cada comunidad. En cada conversación con agricultores, maestros y maestras rurales, señoras de la comunidad, salen como fantasmas los recuerdos del horror y es patente la convicción de que contando sus relatos el dolor se comparte y duele menos.


Por ello es que debemos insistir en que este episodio en las selvas, montañas, valles y poblados del país sea conocido por toda la sociedad, incluso que sea parte de los contenidos curriculares de la educación formal. El gobierno de la UNE plantea que se ha logrado la gratuidad en la educación pública y efectivamente hay más patojos y patojas en las escuelas. El segundo paso, plantean el gobierno y la oposición, es elevar la calidad educativa en todos los niveles. Este proceso de mejora en la calidad de la educación implica renovar contenidos y enfoques. Los actores fundamentales de este cambio deben ser el maestro y la maestra.

Es una buena noticia que el viernes 26 de febrero el magisterio haya alcanzado el objetivo de hacer efectivo un aumento salarial derivado del pacto colectivo de 2008. Un pago justo para tamaña tarea que tienen los docentes. Ahora más que nunca el magisterio nacional debe propugnar por un modelo educativo democrático; que en las aulas se hable de manera pertinente sobre los derechos civiles en un estado democrático, la historia guatemalteca desde la visión del pueblo y no de las élites económicas y políticas, la educación sexual y el placer, el carácter multinacional del territorio guatemalteco, las opresiones de género en el lenguaje y en la cotidianidad. La viabilidad de Guatemala como país depende de este cambio. El futuro de tantos niños y niñas depende de este esfuerzo.


Es el momento de este salto de calidad. Las propuestas de la Reforma Educativa que parte de los Acuerdos de Paz deben implementarse ya. No podemos esperar otro año; mucho menos otro gobierno. El próximo proceso electoral tiene el gris escenario de la participación como candidatos presidenciales, de uno de los integrantes del ejército asesino durante los años ochenta; y a un pastor evangélico fundamentalista que acusa como paganismo la práctica de la espiritualidad maya, negando el derecho que tiene cada pueblo a la propia cultura. Hoy las condiciones y la coyuntura no son ideales pero la situación futura puede ser mucho peor.

lunes, 1 de marzo de 2010

Ahhhh... El Petén....

Caminar tus caminos... detenerse en tus silencios... aprehender tus esencias...